La digitalización de documentos históricos es, probablemente, uno de los resultados más valiosos que la globalización acarreó consigo.
Y es que el concepto de digitalización de documentos suele estar asociado, más que nada, a documentos empresariales jurídicos. Sin embargo, a veces el público se olvida que los cuadros, las piezas de museo, los tratados, también son documentos: documentos históricos, sociales y culturales.
Teniendo la posibilidad de escanearlos, fotografiarlos o grabarlos, su acceso ha dejado de estar restringido a unos pocos privilegiados que tengan la suerte de poder viajar a determinados museos del mundo.
Ahora, pudiendo ser apreciados digitalmente en diversos portales, su belleza y capital simbólico puede llegar a todo el mundo.
Y eso es extremadamente valioso en un mundo donde las fronteras físicas están cada vez más desdibujadas debido al avance de las tecnologías.
Además de todo eso, la digitalización de documentos históricos es una excelente manera de preservarlos frente al paso del tiempo.
El más mínimo accidente, como una mala maniobra, un turista despistado o un guardia irresponsable podrían desencadenar en que una pieza se dañe o, aún peor, sea robada.
Por lo tanto, tener ese back-up digital es no solo una medida de preservación, sino también de seguridad. Cuanto menos se manipule los elementos, menor será el margen de riesgo.
Cada vez más museos están ofreciendo en sus páginas web diversos recorridos virtuales, que le permiten a personas de cualquier rincón del planeta Tierra recorrer a sus anchas museos legendarios, y apreciar el arte que allí se conserva. Y esto es posible gracias a la digitalización de documentos históricos.
¿En qué otros rubros aparte de la digitalización de documentos históricos puede ser valioso este proceso?
Si de información valiosa se trata, pocos lugares aglomeran tanta entre las páginas de sus documentos como lo hace el mundo de la justicia y los legales.
En esos rubros, contar con repositorios centralizados y bien ordenados, donde se pueda acceder a cualquier dato en pocos segundos y con unos pocos clicks, es indispensable para un buen desempeño.
Los problemas surgen uno tras otro, y para darles respuesta en tiempo y forma es necesario contar con los más altos estándares de disponibilidad y accesibilidad de la información, puesto que cualquier retraso podría devenir en un problema aún mayor.
A todo esto se suma la seguridad: al igual que con la digitalización de documentos históricos, los documentos judiciales requieren niveles iguales -o superiores- de protección.
Por lo tanto, contar con un ecosistema digital resguardado por todas las medidas de ciberseguridad pertinentes, con documentos que ya no tienen que ser transportados a mano de aquí para allá y que ya no dependen de un medio de soporte tan sensible y frágil como el papel son aspectos que vuelven a la digitalización de documentos una elección extremadamente valiosa.
Si, tras leer todo esto, considerás que la digitalización de documentos históricos (o no) es lo que tu empresa está buscando, te invitamos a ponerte en contacto con nuestro equipo de profesionales.
Con sus largos años de experiencia, ellos podrán asistirte de manera personalizada, elaborando un plan de digitalización que se ajuste a tus necesidades y presupuesto.
Al final de dicho proceso, contarás con un repositorio digital organizado y seguro donde todos tus documentos estarán almacenados y dispuestos de manera ordenada, listos para ser consultados.